27 de septiembre de 2006



Te invito a estar en mi vida
sin pretender que te quedes para siempre,
o me encarceles en la tuya .
Te invito a permanecer a mi lado
sin incitarte a que firmes un contrato de pertenencia,
sino cuidando nuestra mutua libertad.
Te invito a que me acompañes en mi viaje de sueños,
sin que te sientas obligado a seguir soñando conmigo,
pues la realidad de cada uno es importante .
Te invito a mirar el sol ocultándose en un atardecer,
sin que tengas necesariamente que sentir
el mismo éxtasis que yo.
Te invito a levantar los ojos al cielo para agradecer a Dios
susbendiciones , sin que eso te involucre a tener un mismo credo.
Te invito a correr tomado de mi mano por el parque,
sin pretender que te mojes ..si no te gusta la lluvia como a mi .
Te invito a remar cuesta arriba en el rí­o de la vida,
y me apoyes cuando crees que la corriente podrá conmigo ,
sin exigirte que tomes un remo para ayudarme,solo quiero
que me entiendas que cuando digo que tengo mis brazos cansados
de tanto remar sola , lo comprendas y no lo cuestiones o digas “ te lo dije”.
Te invito a la función diaria del circo de esta vida, mi vida …
sin implicar que esto deba causarte gracia; si consideras
que tanta payasada va en contra de tu seriedad .
Te invito a mi corazón esperanzado de cambiar el mundo ,
de amar siempre más , sin que esto te obligue a ti,
tener que decir: gracias, lo siento, te quiero, perdón
¿me necesitas? ¡estoy aquí­! eres muy importante para mi ,
sabré entenderlo si callas .
Te invito a que me oigas dar gracias a Dios ,
por cada día de mi vida , y por haber enviado a su único Hijo
al mundo a morir por mis pecados en una cruz,
pero no tienes que sentirte obligado a juntar tus manos y orar a mi lado .


Te invito a sonreírles a los niños sin hogar, a los ancianos ,
a los discapacitados, a besarlos y a amarlos..a entender
que son seres muy especiales , ángeles de incógnito ,
sin que te sientas en la obligación, de darles una limosna
de tutiempo y de tu dinero , pues no es precisamente eso,
lo que ellos necesitan .
Te invito a desplegar las alas de la fantasía,
a soñar en quimeras y utopías , a observar el vuelo de las mariposas …
sin que ello te obligue a volar en mi misma dirección.
Te invito a cantar una canción, la canción de la alegría de vivir ,
sin que ello te obligue a aprender la letra ni la melodía de memoria.
Te invito a entrar a mi corazón, y a dejarme entrar en el tuyo ,
eso sin que te sientas presionado a quedarte a vivir en el.
Te invito a mirar juntos el futuro con esperanza,
con la ilusión de una comun-unión , sin pretender con ello
que tengas mis mismos objetivos e ilusiones .
Te invito a entrar en mi memoria y recorras mi pasado,
que es …tan poco , y formes de ahí en más …mi mundo futuro ,
sin que necesariamente me cuestiones ¿porque tal o cual estaba ahí­?
Te invito a que leas mis poemas de amor, mis reflexiones
de esta vida sencilla …que recién inicia , sin que necesariamente
debas darme una opinión sobre ellos , o una crítica literaria .
Te invito a que seamos uno, pero en dos cuerpos ,
con dos mentes libres …sin usurparnos, sin asfixiarnos,
solo amándonos.
Y después de un tiempo ...tuve que comprender ...que quizá
no fue en teoría ....lo ideal . Pues fue una invitación a el olvido , a la unilateralidad , a la individualidad ...

Llamale .....


Al caer
y volver a levantarte,
al fracasar
y volver a comenzar,
a seguir un camino
y tener que torcerlo,
a encontrar el dolor
y tener que afrontarlo,
a eso no le llames adversidad, l
lámale sabiduría.

Al sentir la mano de Dios
y saberte impotente,
al fijarte una meta
y tener que seguir otra,
al huir de una prueba
y tener que encararla,
al planear un vuelo
y tener que recortarlo,
al aspirar a algo y no poder, al querer y no saber,
al avanzar y no llegar, a eso, no le llames castigo,
llámale enseñanza.

Al pasar días juntos radiantes, días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía, a eso,
no le llames rutina, llámale experiencia

Al de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie y tu sensibilidad sienta,
y tu corazón ame, a eso, no le llames poder humano,
llámale milagro.

Desconozco su autoría