21 de octubre de 2006

EL DIA QUE ME VOLVI INVISIBLE ....


EL DÍA QUE ME VOLVÍ INVISIBLE


En esta casa no hay calendarios, y en mi memoria los recuerdos están hechos,una maraña.Me acuerdo de aquellos calendarios grandes, unos primores, ilustrados conimágenes de santos que colgábamos al lado del tocador, pero, ya no hay nada deeso, todas las cosas antiguas se han ido desapareciendo, yo, yo también me fuiborrando sin que nadie se diera cuenta. Primero me cambiaron de alcoba porquela familia creció, después, me pasaron a otra más pequeña aún acompañada de misbisnietas, ahora ocupo el desván, el que está en el patio de atrás, prometieroncambiarle el vidrio roto de la ventana, pero, se les ha olvidado y todas lasnoches por allí se cuela un airecito helado que aumenta mis doloresreumáticos.Desde hace mucho tiempo tenía intenciones de escribir, pero me pasaba semanasbuscando un lápiz y cuando al fin lo encontraba, yo misma volvía a olvidardónde lo había puesto, aaah! a mis años las cosas se pierden fácilmente.La otra tarde caí en cuenta de que mi voz también había desaparecido, cuando lehablo a mis nietos ó a mis hijos no me contestan, pero no me oyen, no me miran,no me responden,, entonces, llena de tristeza me retiro a mi cuarto antes determinar de tomar la taza de café, lo hago así , de pronto para que comprendanque estoy enojada, para que se den cuenta que me han ofendido y vengan abuscarme y me pidan perdón., mmmh,! pero nadie viene, el otro día les dije quecuando me muriera entonces si que me iban a extrañar, y, el nieto más pequeñitodijo..... ah! y a poco estás viva abuela!!!!!!! les cayó tan en gracia que noparaban de reír, tres días estuve llorando en mi cuarto hasta que una mañanaentró uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y, psst, ni los buenosdías me dió, fue entonces cuando me convencí de que soy invisible.Me paro en medio de la sala para ver si aunque sea estorbo, me miran, pero mihija sigue barriendo sin tocarme, los niños corren a mí alrededor de un lado aotro sin tropezar conmigo. Cuando mi yerno se enfermó, tuve la oportunidad deserle útil, le llevé un té especial que yo misma preparé, se lo puse en lamesita y me senté a esperar que se lo tomara, sólo que estaba viendo televisióny ni un parpadeo me indicó que se daba cuenta de mi presencia, el té, poco apoco se fue enfriando y mi corazón, también.Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al día siguientenos iríamos todos de día de campo, y me puse muy contenta, hacía tanto tiempoque no salía y menos al campo. El sábado fui la primera en levantarme, quisearreglar las cosas con calma... ah! Los viejos nos tardamos muchos en hacercualquier cosa, así que me tomé mi tiempo para no retrasarlos, al rato entrabany salían de la casa corriendo y echaban las bolsas y juguetes al carro, yo, yaestaba lista y muy alegre esperándolos en la puerta..... Cuando arrancaron y elauto desapareció envuelto en bullicio, comprendí que yo no estaba invitada, talvez porque no cabía en el auto ó porque mis pasos tan lentos impedirían quetodos los demás corretearan a su gusto por el bosque, sentí clarito, clarito,como mi corazón se encogió, la barbilla me temblaba como cuando uno no aguantalas ganas de llorar. Antes, hasta besuqueaba a los chiquitos, era un gusto enorme el que me dabatenerlos en mis brazos como si fueran míos, sentía su piel tiernita y surespiración dulzona, muy cerca de mí, la vida nueva se me metía como un soplo yhasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca creí recordar, pero un día,mi nieta Lucy que acaba de tener un bebé, dijo que no era bueno que los ancianosbesaran a los niños por cuestiones de higiene, _ ya no me acerqué más, no fueraser que les pasara algo malo por mis imprudencias, tengo tanto miedo decontagiarlos, pero.Yo los bendigo a todos.... y los perdono..... y los amo, porque son mi familia,son mi sangre, y después de todo, que culpa tienen los pobres de que yo me hayavuelto invisible.

Después de leer estas líneas , de una reflexión que rueda por ahi ....seria bueno preguntarnos si nuestros ojos todavía ven, si nuestro corazón todavía siente, y si seguimos siendo humanos con las personas que nos rodean? Más claro aún ....con nuestros ancianos .

Malusa

No hay comentarios.: