Había un muchacho que vivía junto al mar y amaba a las gaviotas. Todas las mañanas bajaba al mar a jugar con ellas . Los pájaros que se le acercaban eran más de los que podían contarse por centenares, según la leyenda y así el pasaba los días ignorante de aquel don especial que hacía que las aves confiarán en él y le buscaran para jugar .
Su padre le dijo un día: “Me cuentan que las gaviotas bajan a jugar contigo, atrápame algunas para jugar yo “. Al día siguiente, cuando el chico bajo al mar, las gaviotas volaban encima de su cabeza pero pese a todo lo que él hizo no descendieron nunca …...
Las aves no entienden lo que estás pensando, pero perciben las vibraciones que estás generando, tú ;ser humano , estás generando vibraciones continuamente, todo lo que ocurre en tu corazón se asemeja a cuando se arroja una piedra a un lago: crea ondas, y las ondas siguen y siguen, hasta llegar a la otra orilla.
Un sentimiento despierta en ti; una piedra ha sido arrojada en el lago de tu espíritu , surge una idea en tu mente y genera ondas a tu alrededor. Las gaviotas no sabían lo que el padre le pidió , pues no entienden el idioma de los humanos. Sin saber que ocurría , percibieron que el hombre ya no era su amigo , otra persona había llegado, un extraño, no el amigo de siempre.
El hombre ya no era el mismo. Ya no había amor en su corazón , no era la alegría o la bondad la que funcionaba ese día. Surgió un deseo y él tenía una meta. Esta vez había ido a la orilla del mar con un propósito. Ya no era el amigo de las gaviotas; iba a cazarlas, ¡era su enemigo!. La idea no se conoce, pero se ha perdido la actitud de desapego. Tiene la idea de hacer algo, tiene un plan, un deseo. No es el hombre feliz y natural con quien las gaviotas se sentían en armonía .
Ese es el secreto de la vida entera: no sólo las gaviotas, sino la felicidad, la meditación, la serenidad , el éxtasis, la tranquilidad , la armonía ….todo te llega si tu actitud es amistosa, de total desapego, de amor por la existencia. Si actúas con el corazón, se acercan. Si intentas persuadirlos y crees que la felicidad, la armonía , la prosperidad , la alegría , etc. es algo como un derecho que tienes que conquistar, súbitamente , ninguno de esos dones se te acercará. Danzará por encima de tu cabeza, pero nunca bajará a jugar contigo, a moverse contigo, a saltar, a fluir . No, nunca se unirá a ti.Tratemos de ponernos en armonía con nuestra esencia interior ( la naturaleza) de esta forma …..creando en nosotros la virtud del desapego, fluyendo al ritmo del viento , de nuestra respiración , del latido del corazón …..provocaremos que todos los dones naturales que nos son intrínsecos vuelvan a morar en nuestra alma …y seremos como este chico de la leyenda ……felicidad , prosperidad , armonía , éxito bajarán a bailar con nosotros .
Dios contigo
Raíz de esta reflexión ( Osho )
Su padre le dijo un día: “Me cuentan que las gaviotas bajan a jugar contigo, atrápame algunas para jugar yo “. Al día siguiente, cuando el chico bajo al mar, las gaviotas volaban encima de su cabeza pero pese a todo lo que él hizo no descendieron nunca …...
Las aves no entienden lo que estás pensando, pero perciben las vibraciones que estás generando, tú ;ser humano , estás generando vibraciones continuamente, todo lo que ocurre en tu corazón se asemeja a cuando se arroja una piedra a un lago: crea ondas, y las ondas siguen y siguen, hasta llegar a la otra orilla.
Un sentimiento despierta en ti; una piedra ha sido arrojada en el lago de tu espíritu , surge una idea en tu mente y genera ondas a tu alrededor. Las gaviotas no sabían lo que el padre le pidió , pues no entienden el idioma de los humanos. Sin saber que ocurría , percibieron que el hombre ya no era su amigo , otra persona había llegado, un extraño, no el amigo de siempre.
El hombre ya no era el mismo. Ya no había amor en su corazón , no era la alegría o la bondad la que funcionaba ese día. Surgió un deseo y él tenía una meta. Esta vez había ido a la orilla del mar con un propósito. Ya no era el amigo de las gaviotas; iba a cazarlas, ¡era su enemigo!. La idea no se conoce, pero se ha perdido la actitud de desapego. Tiene la idea de hacer algo, tiene un plan, un deseo. No es el hombre feliz y natural con quien las gaviotas se sentían en armonía .
Ese es el secreto de la vida entera: no sólo las gaviotas, sino la felicidad, la meditación, la serenidad , el éxtasis, la tranquilidad , la armonía ….todo te llega si tu actitud es amistosa, de total desapego, de amor por la existencia. Si actúas con el corazón, se acercan. Si intentas persuadirlos y crees que la felicidad, la armonía , la prosperidad , la alegría , etc. es algo como un derecho que tienes que conquistar, súbitamente , ninguno de esos dones se te acercará. Danzará por encima de tu cabeza, pero nunca bajará a jugar contigo, a moverse contigo, a saltar, a fluir . No, nunca se unirá a ti.Tratemos de ponernos en armonía con nuestra esencia interior ( la naturaleza) de esta forma …..creando en nosotros la virtud del desapego, fluyendo al ritmo del viento , de nuestra respiración , del latido del corazón …..provocaremos que todos los dones naturales que nos son intrínsecos vuelvan a morar en nuestra alma …y seremos como este chico de la leyenda ……felicidad , prosperidad , armonía , éxito bajarán a bailar con nosotros .
Dios contigo
Raíz de esta reflexión ( Osho )
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